miércoles, 12 de noviembre de 2014

IMÁGENES DE LA PAZ











LA CONVIVENCIA


Las personas viven en sociedad, por tanto, todo ser humano se relaciona con los demás. Aunque cada persona tiene sus espacios de intimidad, lo cierto es que también existen momentos de compartir. Un ejemplo de lo importante que es compartir es la convivencia. La convivencia puede aplicarse a distintos puntos de vista. El más básico y fundamental, la convivencia en el hogar con los demás miembros de la familia muestra cómo es importante que cada uno tenga una actitud de respeto hacia el otro con el objetivo de que la convivencia sea agradable.
Lo habitual es establecer unas normas de convivencia básicas para crear un consenso. Cuando una persona soltera vive sola en su propia casa entonces es dueña absoluta de hacer lo que quiera en su hogar sin tener que conciliar con alguien más. En cambio, al vivir en pareja, la situación cambia.


La convivencia puede ser agradable o desagradable. Para que una convivencia sea agradable se requiere de la colaboración de todos los integrantes del hogar. Aun así, la vida no es como en las películas y lo natural es que a lo largo del día existen momentos de todo tipo, situaciones menos bonitas, posibles conflictos y discusiones porque convivir también es compartir diferencias de criterio y conocer al otro en sus manías y defectos.
Pero la convivencia enriquece a nivel personal porque todo ser humano necesita cariño y reconocimiento. Cuando una pareja es sólida, entonces, es gratificante llegar a casa y poder estar con la pareja. En cambio, cuando una pareja tiene una mala relación, estar en casa se convierte en un motivo de malestar y de tristeza. El hogar es el espacio de máxima intimidad, sin embargo, no hay nada más desagradable que no tener ganas de volver a casa porque en el hogar existe un foco de conflicto pendiente de resolver.
Más allá del ámbito doméstico también se convive en sociedad. Y por supuesto, también se convive en el ámbito del trabajo puesto que los compañeros de oficina se relacionan entre sí y existe una jerarquía en los roles. El jefe manda y los empleados obedecen.
La convivencia muestra la inteligencia emocional del corazón humano que se basa en el respeto hacia el otro. Lo positivo es tener acciones que hagan la vida agradable a los demás. Una simple sonrisa mejora la convivencia. Al igual que palabras como gracias, lo siento y por favor.

¡Como llegará LA PAZ MUNDIAL!

Todas las naciones añoran la paz. Los líderes negocian por ella. Los ejércitos pelean por ella. Muchos oran por ella. Sin embargo permanece más elusiva que nunca. Pero la Biblia dice que vendrá — y pronto. ¡Aquí veremos cómo!

El mundo está lleno de guerras, terrorismo, agitaciones y confusiones. Los hombres han creado muchos inventos tecnológicos increíbles pero no pueden “crear” la paz. Los científicos han desencadenado el poder del átomo pero no tienen poder para “desencadenar” la paz en la tierra. Los astrónomos han descubierto mucho acerca del tamaño, la majestad y la precisión del universo, pero no pueden “descubrir” el camino a la paz. Ellos pueden encontrar galaxias lejanas a través del universo pero no pueden “encontrar” paz aquí en la tierra.
La guerra ha sido el método principal por el cual las naciones han resuelto sus diferencias a través de la historia. La guerra ha sido considerada como un estado natural de equilibrio, mientras que la paz ha sido considerada como un periodo de recuperación de la última campaña, en el cual se llevan a cabo los preparativos para la próxima aventura o conquista. Una cita de Georges Clemenceau, el congresista francés durante la Primera Guerra Mundial, refleja acertadamente estos asuntos de la actualidad: “Yo no sé si la guerra es un intermedio durante la paz, o si la paz es un intermedio durante la guerra”.
El General Douglas MacArthur con mucha elocuencia declaró el dilema actual de la humanidad: “Ya tuvimos nuestra última oportunidad. Si no podemos inventar un sistema más equitativo…Armagedón estará en nuestras puertas” (Abril 19, 1951, discurso al Congreso).

vamos por la paz


LA PAZ
VIVIR en paz es vivir sin guerras, vivir sin miedo; es convivir sin peleas, sin enemistades, sin rencores; es compartir y entenderse entre todos, sin amenazas; es vivir un poco más a gusto, pasar de las tonterías y de los asuntos insignificantes; es vivir siendo más solidarios, sin peleas ni conflictos,  porque lo importante es VIVIR.





La paz es:
-         ayudar a la gente necesitada,
-         no ser rencoroso,
-         reflexionar las cosas antes de hacerlas,
-         hablar,  hablar y hablar,
-         usar la palabra y no las manos o las armas,
-         perdonar
-         no hacer con los demás lo que no desearías para ti. 



VIDEOS SOBRES LA PAZ EN EL MUNDO Y EXPLICADO


PAZ











jueves, 23 de octubre de 2014

¿ QUE ES LA PAZ ?



definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad; definida en sentido negativo, es la ausencia de inquietud, violencia o guerra.


En el plano individual, «paz» es lo contrario de la guerra estado interior (identificable con los conceptos griegos de ataraxia y sofrosine) exento de sentimientos negativos (ira, odio). Ese estado interior positivo es deseado tanto para uno mismo como para los demás, hasta el punto de convertirse en un propósito o meta de vida. También está en el origen etimológico de los saludos: shalom en hebreo y salam enárabe significan «paz» o «la paz esté contigo o con vosotros», y también se emplean como despedida, significando entonces ve en paz o id en paz; en cambio, salve, el saludo latino, es un deseo de salud, concepto también muy relacionado. El saludo de paz o beso de la paz es una parte de la misa en que los asistentes «se dan la paz».

La mente humana se ve incesantemente agitada por la fuerza de los deseos. A más deseos, más desasosiego, más insatisfacción y menos paz. A menos deseos, mayor quietud mental.

El hombre vive un momento en el que aún cree que satisfaciendo sus deseos se acerca a la felicidad, cuando la verdad es que cada deseo satisfecho genera emociones nuevas que mantienen la mente en un estado de efervescencia permanente y confieren, en la química social, un grado de inflamabilidad peligroso.

Ahora que truenan graves amenazas sobre la estabilidad de los pueblos, estos recuerdan a santa Bárbara y surge el anhelo colectivo por la paz, a través de la guerra.

Son pocos, sin embargo, los que van más allá del voluntarismo y comprenden que la paz hay que conquistarla primero en uno mismo. La paz social está aún muy lejana y sólo se producirá cuando el corazón de los hombres se sosiegue en el equilibrio de sus pasiones.

La paz es algo más que ausencia de guerra. Es una experiencia individual en la que la conciencia se sitúa en el centro de si misma tras trascender las tempestades de la mente. Es el ojo del huracán.



No es suficiente gritar en las calles ni llevar pegatinas para detener la ley inexorable del karma, o la relación causa-efecto. Todo buen pacifista debe comprender claramente que la causa última que arrastra a los hombres al conflicto, al enfrentamiento y, finalmente, a la guerra es el egoísmo y sus secuelas, la intolerancia, el orgullo y la ambición.